
Un ritual de canciones y sonidos duros, donde los integrantes de la secta se visten de negro y gritan poseídos por un dios que no cree en plegarias y el perdón eterno. Los tres sacerdotes se paran A Tu Lado y se preguntan Cuándo Vendran por ellos, y así demostrar que están insoportablemente vivos.
Las Cosas que Hace mientras los guardianes del detonador de sueños se levantan de su letargo, se transforman en postal del Baldío donde bailan el Mambo de la Botella y el Twist del Pibe. Difícil se hace precisar el momento justo en el que se pierde El Rastro de la Consciencia, eso que Gustavo Nápoli señaló como "un viaje a lo más oscuro del interior de ustedes mismos". Lo cierto es que los miles de adeptos caminan por Lo Frágil de la Locura, siempre a punto de caer Bien Alto.
En estas veladas no hay más sacrificio que el propio, cuando El Jucio del Ganso los pone En los Brazos del Sol a estos Dementes en el Espacio. Deliran que están en El Ojo del Huracán y solo sus brazos levantados logran llevarlos a tierras seguras. Las bengalas encendidas les abren el camino, la masa se agita en una marea de cuerpos que se confunden entre el humo y el sudor.
El Rebelde que llevan dentro se expresa en una Triste Canción de Amor. El Veneno que corre por sus venas los hace invocar a sus demonios en una Balada del Diablo y La muerte que los transporta a esa esquina en la que se despedazaron una noche de 1996. Ya no hay vuelta atrás en esta especie de Nave del Olvido en la que se celebra El Rito de los Corazones Sangrando.
Los hermanos Iglesias, artífices de los golpes más duros que reciben en el estómago los miles de pibes que se agolpan en el vallado, predican con su potente percusión y los golpeteos de un bajo itinerante que jamás encuentra su lugar en ese altar custodiado por símbolos estampados en tela negra. La Renga, como se denomina a este trío que por momentos se transforma en quinteto, anuncia que Hielasangre en el infierno y que es La Razon que te Demora para encontrar consuelo a tu locura, la que te repite todo el tiempo: "El Final es en donde Partí".
Unos minutos de silencio entre tanto bullicio, anuncian que este Panic Show está llegando a su final. Con su Arte Infernal demostraron aquello que descubrieron esquivando charcos, volviendo a reafirmar que "Negra mi alma, negro mi corazón" es una verdad que los identifica. Se hicieron canción para dedicarle un Blues de Bolivia al Rey de la Triste Felicidad y se despidieron Hablando de la Libertad, como ya es costumbre.
Pocos minutos después, el silencio se apoderó nuevamente del lugar. "Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera" (Genesis 1:31)